martes, 12 de enero de 2010

Diez Años

Ya es mucho tiempo de estar en México, años, vivo ahí. Hay una gran plaza colonial antigua, en Monterrey o Guadalajara. No puedo afirmarlo, Nunca he estado ahí. Tiene mucha vegetación. La plaza estaba desolada. Esta hecha de cemento, mide tal vez unos mil metros cuadrados, de piezas de losas enormes. En un costado hay una iglesia y al centro un desnivel que da a una calle. La plaza se mantiene a un mismo nivel, pero con forme se expande termina a lo alto, desde donde se ve un parque muy exótico. Para bajar, en la mitad hay unas gradas, que dan a la calle, que tiene una enorme pared de cemento y piedra que es la plaza misma. La plaza sale un metro sobre la acera, como un techado.

En medio de la plaza esta Tamara, nos saludamos efusivamente, ella también tiene unos años de vivir ahí. Buscamos un apartamento. Cuando bajamos las gradas nos encontramos a Kevin y Melina. Estamos, como hace 10 años, en el mismo lugar. Nos saludamos, felices, parecemos chiquillos, empezamos a cantar, no recuerdo la canción. Caminamos por la plaza, hasta llegar a una especie de salón, buscando una dirección, no era.

Bajamos las gradas de la plaza a la calle, vienen unas mujeres, oficiales de policía. Vienen a callarnos, estamos haciendo escándalo. Están muy molestas, nos iban a arrestar. Les dijimos que perdón, teníamos risa, que no íbamos a seguir cantando. Que no somos de ahí, que no sabíamos.

lunes, 4 de enero de 2010

Progresivamente Lúgubre

1
Estoy en su oficina, tal vez ni existe, nunca estuve ahí. Le dije “mirá, desde acá se ve el volcán, ¿se puede llegar? Contestó, claro, fácil en 30 minutos…

2
La fiesta es sobre una plataforma construida en madera. Está mi tío y su familia. Hay muchos niños, entre los cinco y diez años. La plataforma es como si fuera le piso de un crucero, pero no estamos en un crucero, aunque todos pensamos que sí. Se eleva sobre la tierra. Un niño sale por la parte de atrás, dónde hay un bosque. El bosque se ve café, como en otoño. El niño se pierde, lo buscamos, lo llamamos, unos guardas de seguridad reportan el incidente, pero el niño está perdido. Hay una maestra que está a cargo de la actividad, no sé quien es, pero esta naturalmente preocupada.

3
No sé de quién es el funeral, voy al cementerio, pero de camino topé con un funeral. Venía la carroza, era extraño. El cementerio son dos aposentos separados, grandes pero no recuerdo un espacio físico en especial, no había nada más allá de los dos recintos. Se siente grisáceo.

Crucé con la carroza, la gente lloraba mucho, desconsolada, no sé quien murió, pero parece que es una persona que ha muerto por motivos inesperados, es lo que pienso.

Cuando pasa la caravana, encuentro un salón donde van a oficiar una última ceremonia. Hay poca gente, me parece ver el féretro puesto, me siento un poco irrespetuoso pasando por ahí, trato de salir rápido. Yo llevaba flores, no se a quien, pero flores al cementerio. Luego de que pasé, las puse sobre el suelo en una tumba.

Acerca

Una bitácora pública de sueños.