sábado, 13 de agosto de 2011

India

Es un bar o restaurante, me recuerda aquel de Londres. Es en un segundo piso, no sé quiénes me acompañan. Escucho que afuera sucede algo, tengo la impresión de un robo, un asalto o un enfrentamiento. Me asomo por la ventana, casi todos visten con unas largas túnicas negras de estilo árabe. Hay mucha gente, vendedores de alimentos, todos levantan sus productos para huir. Alguien adentro me avisa que estoy arriesgando mi vida, no debo ver por la ventana si no visto una túnica, fácilmente reconocerían que no soy de ahí y me expongo a un secuestro. Inmediatamente nos vestimos con una túnica para salir corriendo en dirección hacia la estación del tren.


Parece que es Calcuta, o una ciudad llamada Nueva Calcuta. La estación  es enorme, vieja, desordenada como todo en la India, los rieles y el techo están muy oxidados, no entendemos bien las direcciones. Los trenes son blancos con una línea purpura a lo largo pintada en la mitad, van, vienen y no entendemos cuál tomar. Buscamos salir a Londres o Paris, parece que algunas líneas hacen a ruta. Un desconocido nos advierte de la urgencia irnos, corremos el riesgo de quedar varados. Desobedeciendo mi presentimiento tomamos un tren en la dirección contraria.  

De viaje el paisaje cambia, vamos a un pequeño poblado en una montaña aparentemente bastante influenciado por occidente, hay muchas calles y mucho comercio, lleno de residenciales muy planeadas. Es un lugar seguro, lejos del alboroto de Calcuta. Cuando bajamos pienso, tal vez alguien nos diga cómo salir a Londres o Paris. 

1 comentarios:

Mario dijo...

Me encanta recorrer diferentes ciudades y conocer distintos destinos. Ya tuve la suerte de ir a Londres y Calcuta, y recientemente he comprado Pasajes a Paris para poder ir a diversas ciudades de Francia

Acerca

Una bitácora pública de sueños.