martes, 2 de febrero de 2010

Soñar, soñando

Desperté. La playa en Río de Janeiro es espectacular, el paisaje es desolado. Hay mucha naturaleza, la arena es dorada y fina. El día es soleado, se ve el océano completamente azul y a lo lejos se aprecian unos cerros. Cerca de la orilla hay unos grandes peñascos. Una mujer joven se acerca y me dice “te trajimos acá, no quisimos despertarte” es sorprendente amanecer ahí. Viene a mi mente una carta, es de Andrea. Ella está ausente y presente. Nos escribe a nosotros, sus amigos. Nos comenta sobre el viaje, nos promete muchas fotos. La pasó súper, todo marcha muy bien. Me cuenta que la playa es hermosa, lo puedo ver, lo puedo sentir.

Nos despedimos, mientras sigo en la playa, lejos dónde hay un rancho de madera y palmeras. Mis compañeras de trabajo están sentadas. La Dra. Laclé trae a su nieto en brazos, es un bebé hermoso, de cabello pelirrojo intenso, igual a ella. Es el fin de año, estamos de fiesta y aunque hay más gente, no los recuerdo. En el transcurso llegan varias otras hijas de la Dra. Laclé, todas traen sus nietas o nietos de cabello rojo intenso. Jamás pensé que la Dra. Tuviera tantas hijas, la verdad, no las tiene.

Acerca

Una bitácora pública de sueños.