viernes, 25 de junio de 2010

La Rueda Elan

Es de noche y cerca de casa hay una rueda de Chicago. La rueda se encuentra suspendida en el aire, por una serie de cuerdas que juegan con la gravedad y el peso de las personas.

Es una rueda de cuatro vértices, parece metálica, blanca, muy similar a los contornos del batidor de gancho de una batidora Kitchenaid.

Amarrado está Ernesto, dando vueltas, no va rápido,  parece un yoyo que se enreda y desenreda con el movimiento de unos hilos de acero.

Y qué tan loco pienso, mientras Sindy yo vemos impresionados.

La Rueda Elan.

domingo, 20 de junio de 2010

Maya en el Mar

Recuerdo haber estado en aquella inmensa playa, desolada, extendida hasta el infinito. Caminar despacio por la arena, casi en cámara lenta. Recuerdo las violentas olas, el fuerte viento y al fondo el contraste azul entre océano y el cielo.  Me desconcierta pero me gusta.

Lejos veo a Lourdes. Viene con su perrita Maya en brazos, nos saludamos, nos abrazamos. Cuenta que siempre va al mar con Maya.

Le digo que es peligroso, el mar golpea fuerte y adentro las olas revientan.

Ella insiste “Maya siempre se baña en la orilla, le encanta” ¿qué puedo o decir? Mis ojos bastan.

Mojo mis pies en la orilla, Maya me sigue y juega. Pero el mar empieza a subir, la playa deja su planicie separándose como un acantilado.  Subimos rápido apoyados en la arena, justo al borde dónde el mar no da tregua.

Estamos a salvo pero angustiados por Maya ahora perdida en la inmensidad. 

Acerca

Una bitácora pública de sueños.